El avance de la tecnología ha posibilitado al entorno empresarial, financiero y a particulares en general, hacer uso de modernos servicios vía Internet, tanto en el ámbito de la publicidad, comunicación dinámica e instantánea en todo ámbito con el uso de las computadoras, así como la práctica cada vez más frecuente del comercio electrónico, banca en línea, contratos informáticos y el intercambio de datos entre personas naturales y jurídicas.
Es necesario implementar medidas de seguridad, tanto técnicas como jurídicas para prevenir y sancionar los fraudes informáticos, buscando que estas últimas estén en concordancia o sean compatibles con las demás leyes del contexto internacional, en particular; de la región.